Muestro lo que percibo...

Muestro lo que percibo...

sábado, 29 de mayo de 2010

¿Vértigo?

Marzo 1990. 9 pm. El ascensor se detuvo. Se abrieron las puertas y salimos los 7, uno por uno. Al fín, pensé. Estábamos en “Windows of the World”. Entregamos los abrigos y me detuvimos a observar. Las luces de la ciudad se veían a través de los enormes ventanales que circundaban el lugar. La iluminación del salón era tenue, como consciente de que lo más importante a ser visto, estaba fuera. Pensé que el restaurante era sólo una excusa para poder sentarse por horas, a contemplar la ciudad, la bahía, los ríos que flanquean la isla. A presenciar la energía de Manhattan. El grupo, cinco ejecutivos de Maraven, un colega y yo, fuimos escoltados hacia la mesa que reservé. Nuestra mesa, alejada del ventanal, nos ofrecía una vista panorámica del paisaje externo e interno. Gentes de todas partes del mundo, a juzgar por sus facciones o por la musicalidad de variados acentos que podía captar. Los mesoneros se desplazaban, en una coreografía eficiente. La gente de Maraven, contrario a mis expectativas, no me comentaban nada o lo hacían entre ellos, por lo bajo. Al estar sentados, les agradecí por aceptar la invitación y dije que esperaba que les agradara el sitio. Losetto, el ejecutivo de más edad, me miró angustiado. Los demás lo notaron y se echaron a reír. Oviol, jefe de todos ellos me aseguró, en su acento marabino refinado, que era una excelente elección, y que algunos de ellos estarían más a gusto si dejaran de pensar en las escaleras de emergencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario